En esta ocasión, el artista Miguel Ángel Sermeño nos comparte una postura que al parecer ha quedado “tras bastidores” en cuanto a como se puede considerar la “adaptación” o “inserción” a un sistema globalizado y controlado de un artista cuyo motor sea la creatividad pura y no el hecho de producir para la masa, si no que, por su misma naturaleza de poseer espíritu creativo más allá de la razón popular le resulta casi imposible actuar mecánicamente.
Expresa desde el contexto del cosmopolitismo kantiano:
A causa de los cambios en las condiciones que el sistema capitalista en la actualidad aboga en el mundo, resulta contradictorio insinuar que el artista se incorpore al sistema globalizado, puesto que la característica principal del capitalismo es el predominio de la mecanización de la mano de obra en masa, es lógico el escenario para el artista cierta independencia con el medio que lo rodea, por cuanto su vocación no está vinculado a los medios de producción; y la industria exige la producción mecanizada, el artista no puede entonces y abrigándose desde la esfera de Kant: " espíritu, en significación estética, se dice del principio vivificante del alma...", es decir, la noción del espíritu y su función vivificante en el alma, lo que obliga a sentirse excéntrico con aire esotérico.
Ain Soph (The first cause)
Erick Espada
También nos expone una gran diferencia que resulta en una verdad que suena como un secreto a voces los pasillos del arte.
Existe una gran diferencia entre lo estético y lo intelectual desde el punto de vista superficial, mejor dicho desde el analfabetismo artístico social, puesto que en el mundo normal el artista no trabaja, cuando en realidad la diferencia entre lo estético y lo intelectual radica en los distintos puntos que se quiere enfatizar, la noción extravagante que el artista no trabaja ni mucho menos piensa, y que el investigador científico no hace otra cosa que pensar, no es posible concebir tal postura, ya que el artista se enfrenta a diversas disyuntivas que debe resolver en la producción de su obra, en otras palabras, el artista realiza su pensamiento en los medios que trabaja y proyecta sus emociones y sentimientos con el afán de alcanzar el placer estético; en cambio, el científico se enfoca en resolver problemas cuyo lenguaje son los símbolos, palabras y signos matemáticos.
Obra de arte ilustrativa que refleja el uso de la matemática como origen del pensamiento científico. Tomado del sitio web de la Universidad Nacional de México(UNAM)
Gracias por este aporte al blog, que seguramente estará abonando a la curiosidad de varios apasionados de la filosofía, la neurociencia y metafísica.
Este articulo ha sido escrito por Miguel Angel Sermeño artista pintor, docente y escritor salvadoreño.
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